Agrofina, el brazo de Los Grobo en la industria de los agroquímicos
La compañía de capitales nacionales concretó el lanzamiento de un plan de inversiones por $ 200 millones. Carlos Petroli, enviado especial.
Al cabo de un prolongado ciclo de precios históricamente altos, una suerte de “década ganada” en términos globales, los productores y la cadena de insumos agrícolas enfrentan un escenario que obliga a revisar las estrategias.
Sin embargo, hay fundamentos que se mantienen inalterables: la tecnología y sus innovaciones seguirán siendo claves para incrementar la productividad y abastecer la creciente demanda mundial de proteínas vegetales, alimentos y combustibles.
Las empresas que actúan e invierten en el campo de la investigación y el desarrollo de estas tecnologías relacionadas con el sector miran, por poner un solo ejemplo, la “huella hídrica” para señalar un dato estadístico que podría asombrar a cualquiera: por cada kilo de carne de pollo que se produce, se requieren cuatro mil litros de agua en el proceso, volumen que se eleva a 15 mil litros cuando se trata de lograr un kilo de bifes (carne vacuna).
En consecuencia, la presión sobre los recursos es enorme y si a estos valores se suma la cada vez más estrecha ventana ecológica –desde el punto de vista de la disponibilidad de tierras– se llega a la conclusión de que las tecnologías son parte de la solución. O, dicho de otro modo, sin investigación y desarrollo de paquetes tecnológicos aplicados a la producción sería inviable alcanzar la suficiente dotación de los alimentos básicos.
I+D argentinos
Con este entorno, la empresa Agrofina se transformó en la puerta de entrada para que el grupo local Los Grobo llegue a la industria de los agroquímicos.
Esta semana, en una presentación a la que fue invitado La Voz del Campo, Agrofina concretó el anuncio de un plan de inversiones por 200 millones de pesos para los próximos cuatro años. En este lapso, prevé el lanzamiento de 12 nuevos productos, entre herbicidas no glifosato, fungicidas e insecticidas, surgidos de su propia dotación y recursos en investigación y desarrollo. “Un verdadero hito en la historia de la compañía”, definió el gerente comercial, Carlos Lamas.
Con una planta industrial radicada en Zárate, provincia de Buenos Aires, la plataforma se orienta a la formulación y síntesis de agroquímicos y hace poco más de un año fue adquirida por Los Grobo, el holding agropecuario nacional liderado por Gustavo Grobocopatel que tiene otras unidades de negocios en producción primaria, acopio e industrialización de granos en la Argentina y países vecinos.
En su alta dirección, el grupo tiene entre sus filas como CEO general a Horacio Busanello, un referente que viene de gestiones en las multinacionales Monsanto y Syngenta en Latinoamérica Sur.
En los últimos tres años la compañía incrementó su facturación de 36 a 90 millones de dólares, y hoy se muestra como la única empresa nacional en el “top ten” de un sector dominado por multinacionales donde también juegan Bayer, Basf o Dow, además de las ya citadas.
Futuros lanzamientos
Durante la presentación, el CEO de Agrofina, Carlos Cellini, destacó que la provincia de Córdoba “es un mercado fundamental”; como ejemplo, citó el haber desarrollado formulaciones específicas para el control de malezas en el cultivo de maní.
Cellini se refirió a los futuros lanzamientos. “Apuntamos al manejo de las malezas resistentes a glifosato (herbicidas no glifosato); en general son mezclas de productos. Estamos lanzando también dos mezclas de fungicidas y un nuevo insecticida que va a tener una formulación bastante novedosa. El año pasado hemos lanzado tres, nos ha ido muy bien y esperamos seguir en esa misma senda”, indicó.
Con vistas al futuro, la meta es llegar a obtener productos con patente propia. Para eso, Agrofina trabaja sobre algunos target específicos, con foco en nichos de economías regionales, además de los cultivos extensivos.
Sustituir importaciones
“Somos una empresa típica de sustitución de importaciones; producimos localmente, tenemos un laboratorio de investigación y desarrollo (en Villa Devoto, Buenos Aires) y somos un caso típico de reducción de necesidades de importación porque desde la materia prima vamos a la formulación, a la síntesis y dejamos de traer productos terminados”, respondió Busanello al ser consultado sobre los inconvenientes que atraviesa la industria local con la importación de diferentes insumos.
La instalación productiva más importante de Agrofina se encuentra en el parque químico industrial de Zárate. Según explicaron los directivos, el fondeo del nuevo plan de inversiones estará integrado por capital propio y financiamiento bancario, fideicomisos y obligaciones negociables.
Para el período 2014/2015 se contemplan unos 40 a 50 millones de pesos en servicios auxiliares (por ahora la capacidad instalada de la planta es superavitaria), facilidades para el stockeo de materias primas y productos terminados. “Dentro de un par de años, pensamos avanzar fuertemente en lo que hoy está faltando en la Argentina: capacidad para algunas formulaciones complejas, fluables y polvos. Nuestras inversiones productivas van en esa línea”, apuntaron.
Perspectivas
La incorporación de tecnología con miras a hacer más eficientes los recursos (agua y suelos) e incrementar la productividad de los cultivos se ve reflejada en el mercado de fitosanitarios y el desarrollo de diferentes moléculas.
Según detalló Luis Mogni, al cierre de 2013 con 2.500 millones de dólares se posicionó como el segundo rubro en importancia económica. “Si salimos del día a día, las perspectivas son muy buenas y un futuro muy interesante dentro de la economía y del sector agrícola; con una tasa de crecimiento anual del ocho por ciento, el mercado se ubicará en los 4.000 millones de dólares en 2020”, analizó.
Tendencias
El CEO de Los Grobo, Horacio Busanello, respondió ante las consultas de los enviados de distintos medios del país en torno de la coyuntura, relacionada con la caída de los granos y el potencial uso de tecnología por parte de los productores.
–Hoy todo el mundo discute el precio de los granos, pero la Argentina estuvo acostumbrada a precios altos durante mucho tiempo y nos desacostumbrados a pensar que este es un mercado cíclico. Lo normal es pensar que los precios agrícolas, que son de ciclos largos, en algún momento caen. No creo que se ajusten (en alza) este año ni el próximo. Las condiciones actuales de producción y de stocks aseguran dos años y todos quienes pensaron que el modelo de negocios se construía sobre la base de precios altos tendrán que pensar bien qué van a hacer, porque no lo veo factible (en lo inmediato).
–¿El productor argentino recortará la inversión en tecnología?
–Es algo típico argentino, a diferencia de otros países, ya sea Brasil o Estados Unidos donde el productor dice: le pongo más plata a la hectárea para sacar más kilos. En la Argentina, por la incertidumbre, todo planteo de baja tecnología es para sacar los kilos que haya y con eso sobrevivo. Hoy eso es una condena al fracaso; hacer eso y esperar no perder plata a fin de año no es razonable. Yo creo que viene un cambio. Estamos asistiendo a varios cambios dentro de lo que es la dinámica del mercado argentino. El próximo cambio es ese; no se va a poder seguir apostando a planteos de baja tecnología. En la dinámica de este negocio tenemos dos elementos: P por Q, precio y cantidad; el precio se cayó, ¿qué hacemos? Bajamos la cantidad, no la subimos. ¿Cómo? Habrá que poner tecnología. Ahora, el esquema actual no favorece eso, porque hay mucha tierra alquilada; entonces quiere ganar plata el dueño de la tierra, el que la alquila, el contratista, y tenemos las retenciones. No es sostenible.
Foco industrial
Perfil. Agrofina, fundada en 1978, fue adquirida por el grupo nacional Los Grobo. Posee en Zárate (Buenos Aires) la planta número uno del país en síntesis de productos complejos, donde elabora más de 35 soluciones diferentes para abastecer al mercado de agroquímicos.
Dotación. La empresa cuenta con 300 empleados directos. La infraestructura y los recursos humanos disponibles le permitieron ofrecer en Argentina y el exterior 192 formulaciones y activos registrados; otros 40 están en trámite. Su laboratorio de I+D, en Villa Devoto (Buenos Aires) posee las certificaciones de calidad ISO 17.025, Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL) y las normas ISO 14001, relacionadas con el desarrollo sostenible de sus procesos.
Destino de las nuevas inversiones. Renovación de equipos de laboratorio, servicios industriales, capacidad de formulación y capital de trabajo.