Apuestas en Chicago por la cosecha local
Con una visita a Chicago programada hace unos seis meses no pensaba ser testigo de una semana caliente en el CBOT. Allí, la incertidumbre generada por las graves y penosas inundaciones en la Argentina desataron las fuerzas del mercado, lideradas por fondos especulativos que compraron la cantidad record de casi 10 millones de toneladas. Sus apuestas fueron que la producción de soja local podría sufrir el doble impacto de una caída cercana al 20% y que una ralentización de la logística de la cosecha haría explotar las exportaciones americanas y reduciría el stock proyectado por el USDA, de 12,5 millones de toneladas a valores cercanos a los de la campaña 13/14 de 2,5 millones de toneladas. Esto, de concretarse, supondrá una reducción dramática de la relación stock/consumo americana, que impulsará los precios a los u$s 500. Un diagnóstico muy tentador que compartieron fondos que tradicionalmente no participan del mercado y que no responden a la demanda genuina sino a la especulativa. En un mundo donde los commodities se estabilizaron a la baja por el menor crecimiento chino fuimos testigos del regreso de una volatilidad inusitada que se mantendrá hasta que la percepción de los operadores así lo imponga. En el cortísimo plazo veremos qué sucede con el cierre del mes, cuando los operadores de los fondos balancean sus pérdidas y ganancias en distintos mercados a los efectos de sellar el resultado del mes. Aquí no hay un racional a esperar por parte de estos jugadores. Pero, en un mercado muy sensible, todo se puede exacerbar. Para los próximos meses queda flotando en el aire frío de Chicago un gran interrogante: ¿cuánta soja va a sembrar la Argentina? ¿Los productores locales van a privilegiar el maíz, el sorgo y el girasol en detrimento de la soja? Si es así, ¿cuánto va a caer el área? ¿Un millón de hectáreas, como dicen los conservadores, o hasta tres millones como dicen los más arriesgados? Más incertidumbre para alimentar la volatilidad en un mercado que salió de un letargo generado por el exceso de oferta de granos y que ahora especula con una baja en la producción global para hacer frente a la fuerte demanda china. (*) CEO de Los Grobo.